Algunos la conocen como la tía, la madrina, otros simplemente le llaman Flor, la verdad es gratificante observar en este tiempo personas interesadas por el servicio desinteresado a los demás.
Se levanta temprano, va a su misa (se encuentra con su amor), cuida de sus nietos, encargada de las labores de la casa, pendiente de los recibos (que caros son en Girardot!), pero en las tardes su ritmo agitado cambia a un estado de relajación que solo encuentra en su trabajo de pintura.
Las únicas pinturas que he hecho perfectas son mis dos hijos! – afirma florecita. Esto debido a que nunca le gusto el dibujo, pagaba escondederos a peso cuando llegaba la hora de estudiar. Sin embargo luego de muchos años descubrió una verdadera vocación. El gusto por el arte y la música la han llevado a sentirse mas tranquila consigo misma y comprometerse mas con su propósito de ayudar.
Mis queridos viejitos del ancianato, generalmente en Diciembre pido la ayuda de algunas personas para hacer un ofrecimiento a estos abuelitos, algunos me cierran las puertas, he recibido insultos en algunas ocasiones. Pero todo esto es una obra para Dios y se lleva con paciencia, muchas personas de buen corazón me ayudan en este propósito, con su apoyo, la compañía, con recursos, así se hace la obra – comenta Florecita
Quien esta empeñada en construir una serie de obras pictóricas para recoger fondos suficientes para brindarles un momento de alegría y de compañía sobretodo a estos abuelitos que en muchas ocasiones son abandonados por sus familiares.
Desde AVEXOM le deseamos todo lo mejor a esta maravillosa mujer, madre Girardoteña y pues cuenta con nuestro apoyo para su propósito.
Esa es mi florectia.
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