miércoles, 22 de mayo de 2019

FRACKING INSUMO PARA NUESTRA CLASE

Aprendizaje: Reconocer las implicaciones sociales y ambientales en los procesos productivos de diferentes proyectos y sistemas tecnológicos

martes, 21 de mayo de 2019

DIA DE LOS ALIMENTOS



Nací en 1980,  se puede decir que soy efímero en el paso de la historia.   En una familia compuesta por Papá, mamá y mi hermana.  Vivíamos en una pequeña habitación en la que cómodamente teníamos apenas lo necesario.  Eran épocas donde no se escuchaba el termino fast food y era muy habitual entre los niños de mi casa comer huevos, lentejas y también llevar al descanso el delicioso jugo de guayaba.  La adrenalina llegaba a su máximo nivel cuando se estaba jugando el picado en plena calle y se escuchaba el carro de los helados con la marcha turca o como quiera usted decirlo la canción de chavo.   El premio era un helado.

En este día de los alimentos recuerdo mucho a mi mamá y como su labor esmerada me permitió crecer sano y en armonía con los demás.  Mi rutina comenzaba cerca de las 4:30 am  cuando me llamaba y me ordenaba dulcemente que rociara las plantas de su jardín.  Eso me ayudaría a “desacalorarme” me expresaba con orgullo. 

Luego de bañarme y vestirme,  llegaba a la mesa y encontraba un almuerzo total.   Pues según mi madre, tomar un buen desayuno era muy importante para rendir más.   La mazamorra, los huevos, la carne, la changua, el sabor del cilantro, el caldito de papa, el chocolate, la arepa preparada molida grano a grano en la propia casa, el café, el jugo de guayaba.  Todo bajo en sal y en azúcar pues mi madre es hipertensa y en casa se come todo regulado.   No me daba dinero para el descanso pues en el colegio solo vendían berlinas, empanadas, pasteles, perros calientes y gaseosas de las que vienen en envase de vidrio.  Yo era experto para recoger botellas y llevarlas a la cafetería, pues por cada una me daban 100 pesos.  Ahí tenía mis ahorros para el día de la madre o para hacer algo especial.

No sentía deseos de comer,  comprendía que estos productos podían hacer daño a mi organismo.  Y tenía la certeza de llegar a casa y esperar un contundente ataque alimenticio de mi mamá.   Y como yo era deportista (entrenaba natación y jugaba mucho fútbol),  ella me ayudaba con vitaminas que preparaba con productos naturales (frutas, verduras y con algo de proteína). 

Ya después en la universidad, alcanzando una edad donde se cree uno más independiente.  Se juega con la salud, se excede en la mala comida, se malogra el sueño y se disfruta de la bebida.  Es más apetecible la hamburguesa doble carne que la albóndiga casera.   La coca cola bien helada,  el pincho y el combo de 4 empanadas.  Se le baja al ejercicio y se anda a un ritmo agitado, estresado dicen algunos. Y es así como aparecen la diabetes, la hipertensión, el colesterol y los triglicéridos elevados.

Niños, niñas y jóvenes de mi Institución, la invitación es para que en la medida de las posibilidades procure alimentarse de la mejor manera, hagan deporte, duerman bien y alejen de sus vidas lo que les haga daño.

DIA DEL IDIOMA II - RAFAEL POMBO

¿Sabías que Rafael Pombo es uno de los grandes iniciadores de la literatura infantil de todos los países en los que se habla español? Un dato que muy seguramente no conocías, pero que nos hace sentir muy orgullosos de este gran escritor colombiano que nos dejó historias que siguen vigentes en la memoria de nuestro país. ¿Quién no ha leído, recitado o al menos escuchado...?  “El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo, salió esta mañana, muy tieso y muy majo. Con pantalón corto, corbata a la moda, sombrero encintado y chupa de boda. ‘¡Muchacho, no salgas!’, le grita mamá. Pero él hace un gesto y orondo se va”.  

Rafael Pombo fue un maestro al escribirnos poemas con humor y musicalidad. Sus historias hacen parte de nuestra idiosincrasia, y su legado ha estado presente en la formación lectora de muchas generaciones de colombianos, y creemos que lo seguirán siendo por muchas décadas. Como homenaje a su vida y obra, el 20 de agosto de 1905 fue coronado como Poeta Nacional de Colombia, y tras esta ceremonia en el Teatro Colón, desapareció de la vida pública y se refugió en sus escritos y lecturas hasta el día de su muerte, el 5 de mayo de 1912.
Me tomo el atrevimiento de compararlo con Stan Lee ya que en su obra destacaron por su inmensa creatividad.


Fuentes: Misenal.tv





DIA DEL IDIOMA

Botella al mar para el Dios de las palabras
Gabriel García Márquez
Premio Nobel de Literatura 1982


A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!».
El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.
La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?
Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez decantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?
Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

domingo, 19 de mayo de 2019

viernes, 17 de mayo de 2019

LENGUAJE AUDIOVISUAL EN EL AULA

El uso creciente de las pantallas por parte de los jóvenes plantea nuevos retos y la necesidad de incorporar nuevos formatos como herramienta de aprendizaje.



El lenguaje audiovisual está cada vez más presente en el ámbito informal y formal del estudiantado  por una parte, el uso cotidiano y, por otra, en la escuela.  A través de las múltiples pantallas que rodean a los estudiantes, el acceso a los recursos audiovisuales es ilimitado,  sobre todo, a través de los teléfonos celulares que poseen.  Las tablets y móviles inteligentes se han convertido en pequeñas salas de cine o televisores portátiles fáciles de llevar en sus bolsillos.  No solo tienen la posibilidad de acceder a estos recursos, sino también la posibilidad de producirlos, así pues tenemos estudiantes consumidores activos y productores de material audiovisual y multimedia.


En el ámbito educativo se emplea el lenguaje audiovisual, ya sea en fragmentos, cortometrajes o películas de un modo transversal en diferentes asignaturas o se utilizan como propio objeto de estudio.  Sin embargo, el aprendizaje reflexivo y crítico sobre productos audiovisuales es un ejercicio poco común, pero definitivamente necesario ante la predominancia del lenguaje visual en las comunicaciones interpersonales de los más jóvenes.







jueves, 16 de mayo de 2019

ENCUESTA ESTUDIANTES 10 Y 11

Por favor estudiantes de Grado décimo y once colaborar con la encuesta,  siga el link que le corresponde:

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