El 20 de julio de 1810 no fue solo una fecha en el calendario: fue un rugido del alma de un pueblo cansado de la opresión, fue la chispa que encendió el fuego de nuestra libertad. Aquel día, hombres y mujeres valientes decidieron alzar su voz, con dignidad y coraje, para decirle al mundo que Colombia quería ser libre.
No fue fácil. La independencia no se logró con un solo acto heroico, sino con años de lucha, con sacrificios profundos y con sueños que se negaron a morir. Aquellos héroes que iniciaron el camino nos dejaron un legado: el deber de seguir construyendo la libertad, no solo como un derecho, sino como una responsabilidad.
Hoy, más de dos siglos después, esa libertad sigue siendo una tarea viva. Porque ser libres no es solo romper cadenas, es también construir una patria justa, equitativa, solidaria y en paz. Es educar con amor, trabajar con honestidad, luchar contra la indiferencia y tender la mano al que más lo necesita.
Cada 20 de julio recordamos con orgullo nuestras raíces, pero también miramos hacia el futuro con compromiso. La independencia no se termina de conquistar: se defiende cada día, en cada acto de bondad, en cada palabra que une, en cada paso que damos hacia un país mejor.
¡Viva Colombia!
¡Viva la libertad que seguimos sembrando en cada corazón!
Una celebración con esfuerzo, dedicación y sobre todo valor por nuestro símbolo patrios. IERLADP presente 🇨🇴
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