Con 13 años de edad presencie mi segundo mundial, todos daban a Colombia como la gran candidata para llevarse el titulo. Sin embargo la realidad fue otra, tan salado ese mundial que luego del segundo gol de Estados Unidos el televisor se quemo, no vi el descuento de Colombia ni los múltiples esfuerzos por empatar. Brasil me dejo perplejo, era una maquina, Romario, Bebeto, Dunga y los balazos de Branco simplemente fenomenal bien ganada esa copa del mundo. Mientras se jugaba el mundial con mis compañeros de colegio jugamos el torneo de la rata, con el glorioso independiente Geovanny, Hernán, Jaime, Diego, El indio. Habíamos pasado de ser potentes alemanes a unos ávidos promotores del jogo bonito.
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